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30 junio 2010

Soledad Villamil - actriz 2

Soledad Villamil
“Los premios son una mirada parcial del trabajo de un artista”
El domingo pasado, casi a la medianoche, quedé fascinada con una película en el Canal Encuentro. Al final supe que era “El mismo amor, la misma lluvia”, dirigida por Juan José Campanella en 1999. Los protagonistas: Jorge (Ricardo Darín) y Laura (Soledad Villamil).

Entonces me asaltó el desvelo pensando en ese trío genial que en marzo ganó el Oscar por “El secreto de sus ojos”, llenándonos de orgullo. Quise hablar con ella, con ese ángel de la interpretación que es Soledad Villamil. Una mujer y muchas artes conviviendo generosamente en ella.

Aunque la fama la abrazó por su trabajo actoral, la música fue su primera vocación. Desde niña tomó clases de piano, flauta travesera, guitarra y canto. Su madre coreógrafa, su padre apasionado por la música, una hermana bailarina y otro músico, explican, de algún modo, porqué Soledad es así de talentosa.

Está casada con el actor y director Federico Olivera, con quien tiene dos hijas. Luego de su primer compacto “Canta”, ganador del premio Gardel en 2008, Villamil redobló la apuesta con su segundo trabajo solista “Morir de amor”, con tangos, milongas, valses y boleros del arcón de la música que se creía perdida. Ella las devuelve a la vida con su contundente y carismática voz.

“Hoy que el tiempo ya pasó,/ hoy que ya pasó la vida,/ hoy que me río si pienso,/ hoy que olvidé aquellos días,/ no sé por qué me despierto/ algunas noches vacía/ oyendo una voz que canta/ y que tal vez es la mía...” (del tema “Morir de amor”)


¿Cuándo vas a venir a Salta a presentar tu disco “Morir de amor”?

Espero ir pronto. Estuve el 10 de diciembre pasado en Salta por el Día del Tango, en un evento organizado por la Cultura de la Nación. No tuvimos suerte porque iba a ser al aire libre, llovió y tuvimos que trasladarnos a un teatro. Pero bueno, espero que los productores locales se interesen por el disco y podamos volver pronto a Salta.

¿Qué ofrece este trabajo?
Un intenso recorrido por los diferentes paisajes del amor. El disco no se encasilla en una sola visión sobre el tema, sino que hace un recorrido por el amor desde diferentes perspectivas y desde la inspiración de grandes poetas y músicos. Son doce temas, sólo dos canciones tienen letra y música mías, y el resto son letras de grandes poetas de tango, milonga, vals y bolero. Incluí la copla “Ojos verdes”, un tema que aprendí de una tía abuela española, bailaora de flamenco.

¿Es más placer actuar o cantar?
Desde muy chica estuve conectada con la música, así que antes que nada fui cantante y toqué instrumentos. Igual, me resulta difícil elegir una cosa porque disfruto mucho de las dos actividades, son modos de interpretar, expresarme, vincularme con el otro; además no creo que la actuación y el canto estén en compartimentos diferentes

Acabás de ganar el Cóndor de Plata ¿te sigue sorprendiendo “El secreto...”?
Sí, ya pasó bastante tiempo desde el estreno y nos sigue dando alegrías.
El Oscar fue lo máximo, pero antes recibiste el Goya, ¿qué te provoca ganar tantos premios?
Significan un reconocimiento, una valoración particular al trabajo, un estímulo para seguir y crecer, pero es sólo una parte de la historia, una mirada parcial del trabajo que un artista hace.

¿Has hecho muchas cosas buenas que no fueron reconocidas?
Totalmente, sí. Igual cuando nos tocan los premios, uno los disfruta porque son un mimo para el artista.

¿Cómo te relacionás con el público de teatro, de cine y televisión?
Desde ya que cuando el público es activo se establece una relación muy directa y linda, en cambio, en cine y televisión, el público está muy mediatizado por la cámara, pero ambos nos ofrecen modos de expresión interesantes y gratificadoras. Cuando trabajás para una pantalla de cine, la cámara te amplifica mucho la imagen y la expresión; y de pronto, en el teatro, el artista tiene que amplificar su expresión para llegar a todos. Está bueno poder adaptarse a esos terrenos.

¿Tenés proyectos en teatro?
Estoy muy vinculada al teatro pero desde la docencia más que como actriz. Tengo un estudio de actuación donde trabajo con Federico Olivera que es mi marido. Pero no descarto la posibilidad de estar en una obra que me interese.

Con Darín hiciste “El mismo amor...” ¡qué buena fórmula!
Si, fue la primera experiencia trabajando con Ricardo y con Campanella; tuvimos una gran sintonía, una experiencia preciosa con un gran guión.

¿Cómo te sentiste en el papel de Irene en “El Secreto...”?
Estuve con grandes actores, sobre todo con Ricardo, con quién tuve más escenas, y cuando uno trabaja con actores tan sólidos todo se simplifica, así que fue hermoso.

Saliendo del arte, ¿cómo ves el debate por el casamiento gay?
No estoy empapada en el tema, pero entiendo que las leyes tienen que acompañar la evolución de la sociedad y la realidad marca que hay parejas gay que tienen necesidad de que sus relaciones estén representadas desde lo legal. Es algo que ocurre, que es real, y estoy a favor de que tengan derechos.

“No tengo televisión en mi casa”

Especial en todo sentido, Soledad Villamil sorprende con algunos conceptos, al contar cómo encara la vida puertas adentro.

¿La tele se extraña después de Culpables, Vulnerables, De poeta y de loco, entre otros trabajos que hiciste?
La tele es un entrenamiento fuerte para el actor. Yo he tenido muy buenas experiencias y la suerte de estar en programas donde los actores han tenido espacios interesantes para hacer lo propio, o sea, actuar.

¿Cómo ves la televisión hoy?
No tengo televisión en casa, no cultivo la televisión porque no me importa la programación. No es una regla para nadie, pero cada uno va buscando qué quiere ver y qué cosas deja entrar a su casa.
Tan particular como sus convicciones es el último disco de Villamil, “Morir de amor”, que tiene 12 temas con aires de tango, milonga, vals y bolero. “Se dice de mí” está en el disco y refleja el carisma de la angelada voz de Soledad, que interpreta a grandes autores como Luis César Amadori, Alfredo Zitarroza, Azucena Maizani, Homero Manzi, Francisco Canaro y Miguel Caló.


Con los personajes de El Secreto de sus ojos

A propósito del estreno en nuestro país de El Secreto de sus ojos, la cinta de Juan José Campanella -ganadora del Oscar de este año en la categoría de Mejor película extranjera-, El Magazín habló con dos de sus protagonistas: Soledad Villamil (Irene Menéndez) y Guillermo Francella (Pablo Sandoval).

¿Cuál fue su preparación para interpretar a Irene? ¿Cómo llegó al papel?
El personaje me lo ofreció Campanella cuando todavía estaba en las primeras escrituras del guión. Me llamó y me dijo que tenía un personaje para mí en su nueva película. Recibí con mucha alegría la noticia porque había trabajado con él en El mismo amor la misma lluvia y había sido una experiencia maravillosa.

¿Qué la cautivó del personaje?
Su fuerza pero también su gran sensibilidad. Creo que es una mujer realmente íntegra en todos los aspectos.

¿En qué se parece y en que difiere de Irene? ¿Cuáles son las diferencias de Irene después de 25 años?
A Irene le he prestado mi cuerpo y mis emociones pero no creo tener mucho en común con una estricta abogada y jueza. En su juventud Irene intenta sostener un rol que no le cuadra del todo: llega a un ámbito de trabajo nuevo y desconocido para ella, con muchos estudios teóricos y poca práctica. Es apasionada pero intenta que lo sentimental no la conmueva. En cambio, en su madurez tiene la fuerza y la seguridad que da la experiencia y puede lentamente hacerle lugar a sentimientos que tuvo escondidos y relegados durante muchos años.

¿Cómo fue trabajar bajo la dirección de Juan José Campanella?
Es un gran director. Una persona muy cálida y muy exigente a la vez. Le da mucha importancia al trabajo con los actores, creo que lo disfruta mucho y hace de la actuación uno de los pilares de su cine.

¿Cuál cree son los mayores aciertos de la película?
Justamente la sabia combinación que hace Campanella de los distintos géneros. El espectador, sin saber cómo, se encuentra por momentos enamorándose, angustiándose, riéndose…

Uno de los grandes atractivos estéticos del filme es el proceso de envejecimiento de sus personajes. ¿Cómo fue esa preparación?
Hubo muchas pruebas, tanto de vestuario como de maquillaje especial para lograr el envejecimiento. También durante el rodaje llevaba bastante tiempo de preparación lograr ese efecto tan necesario para contar esta historia.

¿Cuál fue la escena más difícil y la más divertida de grabar?
La escena del interrogatorio fue bastante complicada por la cantidad de situaciones que atraviesa mi personaje, todos los cambios que va teniendo y que también produce en los demás. Una escena tan sutil como compleja.
Todo el rodaje estuvo plagado de momentos divertidos gracias al buen humor de Campanella y también de Darín y Francella.

La cinta fue ganadora de un premio Oscar. ¿Cómo recibió la noticia?
Con muchísima alegría y un gran orgullo por la película y por el cine argentino en su conjunto.

¿Por qué se debería ver el Secreto de sus ojos?
Porque es una película que combina distintos géneros, suspenso, amor, comedia, drama y mantiene al espectador atrapado desde el primer minuto.


Se exhiben desde mañana 25 cortos sobre el bicentenario

Buenos Aires, 16 de junio - Los 25 cortometrajes que integran el proyecto "25 miradas/200 minutos", que incluye obras de Lucrecia Martel, Leonardo Favio, Carlos Sorín, Pablo Trapero y Adrián Caetano, entre varios otros, comenzará a proyectarse mañana -antes de cada función- en 100 salas de cine y en los Espacios INCAA de todo el país.

El lanzamiento de esta serie de cortometrajes se realiza en el marco de la conmemoración del Bicentenario, y es un proyecto de la Secretaría de Cultura de la Nación, que produjo estas 25 películas de 8 minutos cada una, que forman parte de una construcción colectiva de 200 minutos finales.
Fuentes de la Secretaría de Cultura informaron hoy que, gracias a un acuerdo con la empresa Film Suez y con la Cámara de Exhibidores Multipantalla, los cortos se proyectarán en 25 cines de la Ciudad de Buenos Aires, en otros 25 del conurbano Bonaerense y en 50 más del resto del país.

Adrián Caetano, Marcos Carnevale, Albertina Carri, Paula de Luque, Inés de Oliveira Cézar, Sabrina Farji, Leonardo Favio, Pablo Fendrik, Sandra Gugliotta, Paula Hernández, Juan José Jusid, Víctor Laplace, Alberto Lecchi, Lucrecia Martel y Mausi Martínez, son algunos de los directores convocados.
A ellos se suman Néstor Montalbano, Celina Murga, Gustavo Postiglione, Lucía y José Puenzo, Carlos Sorín, Juan Bautista Stagnaro, Juan Taratuto, Gustavo Taretto, Pablo Trapero y Ricardo Wullicher.
También se sumaron reconocidos artistas y pensadores: Norma Aleandro, Mercedes Morán, Leonor Manso, Soledad Villamil, Inés Efron, Verónica Llinás, Luis Luque, Carlos Belloso, Diego Capusotto, Diego Peretti, Alberto Korembliht, José Pablo Feinmann, Carlos Alonso, Juan Gelman, Pacho O`Donnell y Tulio Halperín Donghi, entre otros.

Otros realizadores -entre ellos, Juan José Campanella, Adolfo Aristarain, Luis Puenzo, Marcelo Piñeyro y Daniel Burman- no pudieron formar parte del proyecto por compromisos previamente asumidos.
"25 miradas/200 minutos" es una reflexión y una poética acerca del quiénes quisimos ser y de quiénes hemos sido, cruzados con la realidad del qué somos y con la utopía del qué seremos; un mosaico compuesto a partir de la libertad creativa y estética de cada uno de los cineastas.

"La propuesta es una forma de generar testimonio para entrever, asomarse o espiar, incluso de forma impúdica, las vicisitudes, los sentidos y la dialéctica de un viaje de 200 años que compila sueños y pesadillas, encuentros y desencuentros, épicas y sencillas cotidianidades", explicó el secretario de Cultura, Jorge Coscia.
Y añadió que todos los cortos que integran el proyecto ofrecen "observaciones de un camino que aún hoy transitamos millones, en la certeza perpetua de hacer, de moldear y de transformar la Nación argentina".
La convocatoria y la producción general de "25 Miradas" estuvo a cargo de cuatro productores de amplia trayectoria: Aníbal Esmoris, Hernán Musaluppi, Luis Sartor y Marcelo Schapces, con la coordinación de Fabián Blanco, en representación de la Secretaría de Cultura.

El proyecto fue desarrollado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Secretaría de Cultura, junto a la Asociación Argentina de Actores (AAA), el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) y la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC). 


25 cortos por el Bicentenario

El proyecto 25 miradas - 200 minutosfinalmente llega a las pantallas de todo el país. Creado dentro del marco de los festejos por el Bicentenario por la Secretaría de Cultura de la Nación, se trata de 25 cortos, cada uno realizado por un director distinto, y que a partir del jueves próximo se comenzarán a exhibir en 25 salas de la Capital Federal, 25 del Gran Buenos Aires y 50 del interior: un total de cien cines.
Los cortos se proyectarán antes de los largometrajes, como una suerte de bienvenido aperitivo al plato principal.
Los realizadores debieron desarrollar sus historias en tan solo 8 minutos, y tanto el tema como el abordaje fue dejado a la total libertad creativa de los autores y cineastas.
Ordenados de manera alfabética por el apellido de sus directores, los 25 cortos son El héroe al que nadie quiso (Adrián Caetano), Mercedes (Marcos Carnevale), Restos (Albertina Carri), Leyenda del ceibo (Paula de Luque), Guillermina P.
(Inés de Oliveira Cézar), La voz (Sabrina Farji), Gente querible (Leonardo Favio), Hija del sol (Pablo Fendrik), Posadas (Sandra Gugliotta), Malasangre (Paula Hernández), Intolerancia (Juan José Jusid), Ser útil hoy (Víctor Laplace), El abuelo (Alberto Lecchi), Nueva Argirópolis (Lucrecia Martel), En la trinchera (Mausi Martínez), Chasqui (Néstor Montalbano), Pavón (Celina Murga), (mi) Historia Argentina (Gustavo Postiglione), Más adelante (Lucía y Esteban Puenzo), Argentina del Bicentenario. las voces y los silencios (Carlos Sorín), El espía (Juan Stagnaro), Fallas de origen (Juan Taratuto), Una vez más (Gustavo Taretto), Nómade (Pablo Traopero), y Para todos los hombres y mujeres de buena voluntad (Ricardo Wullicher).
Como se verá, la paleta de los directores es amplísima, ya que hay jóvenes realizadores entre otros con una trayectoria abultada. Según Fabián Blanco, que estuvo a cargo de la coordinación de parte de la Secretaría, algunos realizadores no pudieron participar del proyecto, por compromisos previamente adquiridos, y menciona los casos de Juan José Campanella, Adolfo Aristarain, Luis Puenzo, Marcelo Piñeyro y Daniel Burman.
Fue la Universidad de Tres de Febrero la que se encargó de la adnministración general, en tanto que la Asociación Argentina de Actores, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina y la Sociedad Argentina de Autores y Compositores firmaron convenios con la Secretaría de Cultura de la Nación para facilitar los cortos. Y el laboratorio Cinecolor bonificó todas las copias en 35 mm.


El secreto de sus ojos” ilumina Paris
Está en las carteleras de los cines parisinos, mezclada con estrenos taquilleros como “Sex and the City 2″ y le va muy bien.
“El secreto de sus ojos” se exhibe en la capítal francesa y su crédito de haber ganado el Oscar a la Mejor Película en habla no inglesa atrae a los latinos en esa ciudad.
Paris propone el filme de Juan José Campanella, con Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago y elenco, después de muy buenas críticas especializadas en todos los medios locales.

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