NUEVO Canal de Youtube Blogspot dedicado a Soledad Villamil

18 agosto 2009

Entre la ligereza y el dramatismo

“Morir de amor”

Espectáculos. Villamil, además del nuevo filme de Campanella, promociona su nuevo disco.

Calificación: bueno. Disco de Soledad Villamil. Junto a José Teixidó (guitarras, arreglos y dirección), Nicolás Perrone (bandoneón, acordeón), Gerardo de Mónaco (contrabajo, clarinete bajo, saxo barítono), Martín González (percusión), Paula Pomeraniec (violoncello), James Suggs (trompeta), entre otros.
Producción: Soledad Villamil y José Teixidó.
Sello: Sony Music.
Precio sugerido: $ 36.

Primero fue el cine, el teatro, la televisión; una extensa carrera como actriz, reconocida en el drama y en la comedia.

La música, al menos de manera profesional, llegó después, con su paso por la comedia musical tanguera Glorias porteñas, con Brian Chambouleyron y Silvio Cattaneo, entre otros. Debutó en el disco mucho más tarde, con Canta (2006), un trabajo que además se tradujo en un premio Gardel.

Ahora, con Morir de amor Soledad Villamil agrega otro registro a su faceta de cantante, con un viaje personal por el más solfeado de los sentimientos. Con el solícito hilo del amor, la protagonista que últimamente compartió el protagónico con Ricardo Darín en El secreto de sus ojos (Juan José Campanella), ata las páginas de un cancionero amoroso con rasgos de varias épocas y lugares diversos.

Hay tangos, boleros, chamarritas, valses, milongas; una variedad que se uniforma en el indeterminado terreno de la canción: un lugar apartado de dictámenes estilísticos donde musicalmente todo es posible.

En estas aperturas, los arreglos instrumentales de José Teixidó parecen bien direccionados: en base a guitarras, percusión y alternancia entre bandoneón y acordeón, saben incluir otros colores -violoncello, trompeta, coros-, con buen criterio. Delante, está la voz delgada y frágil de Villamil, con buena dicción y un color mate interesante, pero que algunas veces por oscurecerse sacrifica garbo.

Una manera de decir que si en La canción y el poema –la poesía de Idea Villariño musicalizada por Alfredo Zitarrosa, cuyo verso cadenero da nombre al disco– logra la expresividad pertinente, no junta aliento suficiente para poner el dramatismo que pide cada palabra en Rencor, el tango de Charlo y Amadori.

Cruzar la línea media. Villamil cruza por la línea media de las tensiones entre ligereza y dramatismo con que el tema del amor construye sus canciones. Esa actitud cuidadosa, casi distante, es el centro de una personalidad definida que se refleja en su voz cuando contornea, entre otros, Ansiedad, el vals de Sarabia Rodríguez; Ninguna, el tango de Manzi y Fernández Siro; Desesperadamente, el bolero de Ruiz y López Méndez; Ojos verdes, el poema de Rafael de León cantado por coplas, y una muy buena versión de Pero yo sé, de Azucena Maizani. La actriz - cantante se hace también compositora en La medida, un valsecito gentil, bien logrado.

Con aciertos y extravíos, Soledad Villamil, la cantante, se pone a prueba con un disco que por el tema que aborda y las canciones que convoca, resulta particularmente exigente.

Se sabe: de cualquier batalla amorosa (un disco con canciones de amor seguramente lo es), salir ileso no es cosa fácil.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar
Fecha de Publicacion: 17 de agosto de 2009

No hay comentarios: