NUEVO Canal de Youtube Blogspot dedicado a Soledad Villamil

06 julio 2009

Soledad Villamil, como encendida

(2009, febrero) Es tan linda Soledad Villamil. Eso fue lo primero que me llamó la atención de ella cuando hicimos esta nota en el Natural Deli de Laprida un mediodía de muchísimo calor. Incluso lo comentábamos hace poco en la redacción de El Gourmet, cuando tirando nombres para el repo (no se nos ocurría nadie) alguien de repente dijo: “es que como Villamil no va a haber otra...”. Aquí va entonces la charla que tuvimos hace unos meses a propósito de su actividad como cantante, su trabajo como actriz, la comida, la ecología, los hijos, el gimnasio y la vida.

Te fui a ver al Taso el viernes.
Ah sí, ¡qué bueno! No sabía.

Sí, ¡llenaste todo el local! En un momento hasta faltaron sillas...
Escuché eso. Y recién, que hablé con mi productora, me contó que hay más reservas para el fin de semana.

¿Cómo estás planteando esta actividad de cantante?
Por un lado producimos shows en Buenos Aires, si nos invita algún productor, vamos, y nosotros mismos también generamos fechas. Empezamos en 2006, y todo lo que es el circuito de lugares para tocar se va armando un poco a medida que el proyecto crece. Esto es algo que yo encaro no sólo desde lo artístico, sino también desde la producción, tanto del disco como del espectáculo.

¿Eso te significa mucho trabajo?
Sí, porque si bien ya hace muchos años que trabajo en el espectáculo, lo que es el rubro musical es bien específico, tiene sus reglas y sus circuitos. Y todo eso lo tuve que aprender, lo estamos aprendiendo con Malala Lagos, la productora ejecutiva, y con José Teixedo, que es el arreglador y guitarrista. Ellos son como mis socios en esto.

Y cuando encaraste en 2006, ¿qué idea tenías?
Empecé trabajando algunas canciones que tenía ganas de cantar, ensayando. Y después se fue armando la formación instrumental que nos parecía adecuada para la sonoridad que estábamos buscando. Hasta que hicimos una fecha para amigos…

¿Dónde la hicieron?
En el Chacarerean, pero sin difusión, fue algo para nosotros. Y fue bárbaro. Ahí pensamos en hacer un ciclo más largo, en empezar a foguearnos sobre el escenario. Y después apareció la necesidad de grabar un disco. Un disco en los proyectos musicales te organiza mucho el trabajo, además de lo interesante que es meterse en un estudio y registrar lo que estás haciendo.

Y les fue muy bien, y ganaron un premio…
Parece tipo cuento de hadas, ¿no? Para mí fue muy fuerte que siendo tan nuevito el proyecto tuviera ese reconocimiento. Uno a veces necesita esas confirmaciones, por más que siento que en el fondo lo que mueve el proyecto son mis ganas, que más allá de lo que ocurra yo a esto lo llevo adelante como sea.

Se nota que te encanta.
Sí, sí. (asiente y se queda callada un segundo). Todo, todo, es para poder subir al escenario. Ahora vamos a grabar otro disco.

¿Este año?
Sí, esperamos poder hacer este año.

¿Ensayan mucho?
Ensayamos mucho. Pero es un trabajo que se va afianzando a nivel grupal. A mí me gusta ese esquema en donde, si bien hay un arreglo y partituras, tenemos un margen de libertad para inventar. Eso es lo bueno también de tocar bastante seguido.

¿El repertorio quién lo hace?
Básicamente yo.

Habrá mil temas que todavía querés hacer.
Muchos… El disco anterior fue bastante criollo, ahora estoy buscando el tono del próximo. O sea: si bien hay muchas canciones que me gustan, cuando empieza a haber esa situación de “embudo” –arrancás con 40, quedan 20, y van a terminar 12- ésa selección se va dando también por un criterio de coherencia que tiene que tener el disco.

Por eso es muy lindo el concepto de álbum.
Sí, es una macana que se esté perdiendo. De hecho el otro día hablaba con una persona que está en la producción musical y me decía que hoy se piensa en términos de temas, porque la gente se baja temas.

Sigue habiendo discos igual por suerte, siguen apostando a eso ustedes.
Totalmente. Yo creo que ahora lo que es interesante es aprovechar la diversidad y la multiplicidad de posibilidades, un artista puede engancharse más con crear un álbum, otro no…

¿A vos te molesta que se bajen temas tuyos?
Y, me parece medio inevitable. Obviamente lo que a mí me conviene es que el disco se venda, uno lo hace con esa intención, y con la idea de que se comunique todo, incluido el arte de tapa. Pero entiendo que algo es imposible de controlar. Por ahí el costado positivo es que ahora tiene más sentido ver un espectáculo en vivo.

¿De dónde viene tu interés por la música?
Mi casa era muy musical, mi mamá se dedica a la danza, mi viejo súper melómano. Yo empecé a estudiar música de chica, a los cuatro ya hice iniciación musical, después piano. De hecho pensaba hacer una carrera que se da en la Universidad de La Plata que se llama Educación Musical, hasta que tomé una clase de teatro medio accidentalmente en el colegio, así por curiosear, y ahí… flasheé.

¿Y qué fue? ¿Qué recordás de esa clase?
No sé. Hubo ejercicios, improvisaciones. Era un grupo que era en el colegio, a la tarde, que se anotaba el que quería. Terminé y me dije: “ya quiero que sea mañana la clase que viene”. Así que cuando terminé el colegio fui a la escuela municipal de teatro y bueno, ahí siguió.

¿Vos sos de La Plata, no?
Hasta los ocho años viví en La Plata. Después viví siempre acá en Capital.

¿Qué instrumentos musicales tocabas?
Piano, guitarra, flauta traversa. La tengo todavía la flauta y toco a veces en mi casa.

¿Y por componer no te da?
Sí, tengo algunas cosas escritas, estoy dándole curso un poco a eso, pero por ahora no sale del ámbito de búsqueda mía. Todavía no sé si en el próximo disco pondré alguna canción.

¿Te molesta que el público esté comiendo mientras tocan?
No, ya me acostumbré. Lo ideal para mí es que solo se tome, está bueno, a mí como espectadora me gusta tomar algo mientras veo un espectáculo.

Y los días que vas a cantar, ¿cómo es tu rutina?
Trato de no hacer muchas cosas. Lo ideal es dormir una siestita. En la voz se nota bastante el cansancio. Quizás la oreja no llegue a registrarlo, pero tiene que ver con un confort propio. Eso dentro de lo posible, tampoco es que me aíslo tipo cantante de ópera. Después vocalizo, hago parte del trabajo que puedo llegar a hacer en una clase, pero nada demasiado estricto. A lo largo de mi vida artística he dejado atrás todo tipo de cábala. Me parece que son cosas que te atan y a la larga te dan más inseguridad que seguridad.

¿Hay mucho de eso entre los músicos?
Mucho. Yo creo que porque es un universo tan lábil esto de que la musa baje y te inspire y la función brille... que uno se ata a algunas cosas externas como bastones de seguridad.

Y te da miedo olvidarte la letra, o que te de hipo…
Hipo nunca me dio, aunque lo he pensado. Y la letra me la he olvidado también en teatro, uno resuelve. Lo bueno del teatro es que siempre hay un compañero que te tira un hueso y te salva. Es un poco parte de la cosa, cuando uno va ganando madurez va viendo que tiene un poco más de cintura de lo que creía.

PLATO
Ensalada New Deli (mix de verdes, tomates, bocconcino y aceitunas) y sandwich New York (salmón, rúcula, cream cheese de eneldo, rábano picante, limón, huevo y pepinillos en bagel casera con amapolas).

¿Qué te hace agua la boca?
¡Esto! Desde siempre soy fanática de las ensaladas. Bueno, me gusta todo. Me encanta comer y cocinar.

¿Especialidades?
Para los cumpleaños en invierno preparo bagnacauda. Hago pizza, amasada con harina integral, y en casa hacemos el pan, las mermeladas… elaboramos mucho. Hace años que hago una dieta bastante natural, de hecho durante un tiempo largo hice la macrobiótica. Hasta que nacieron mis hijas y ahí cambió todo: volvió el pan con manteca, la leche…

¿Qué edades tienen tus hijas?
Ocho y tres. Me parece importante que se acostumbren a comer todas las verduras, todos los cereales.

¿Dónde comprás?
En el barrio chino, y también tengo un proveedor de alimentos orgánicos y un establecimiento que produce lácteos biodinámicos: todo eso en casa se consume en botella.

¿Te resulta más caro comprar así?
Sí, pero no tanto, se compensa con una compra más racional, en la que uno consume con cuidado y desperdicia lo menos posible. Además, desde donde uno está, puede sostener ese tipo de producción.

¿Sos ecologista?
¿Alguien puede no serlo?

Muchos…
No milito en ninguna agrupación, sólo aplico sentido común a lo que veo. Lo que me impresiona es como los niños vienen con otra conciencia.

Sí, como fenómeno es interesante la educación de hijos a padres que está habiendo en ese sentido.
Impresionante. Ellos te marcan cosas que hacés mecánicamente y las hacés mal.

¿Vas mucho a comer afuera?
No, si pienso la situación ideal para comer es cocinar con tiempo, algo rico, y comerlo en mi casa. Salvo cosas que me encanta comer y por ahí no las preparo.

¿Por ejemplo?
Sushi. Aunque una vez preparé con una amiga que sabe.

¿Y qué tal quedó?
Bien. Fue muy gracioso, porque los hombres fueron a hacer las compras y trajeron un salmón entero, y entonces preparamos, y preparamos, y quedó demasiado. Eso que pienso: “nunca me cansaría de comer sushi”, bueno, ese día me cansé.

¿Qué lugar te impactó por su comida?
Francia me parece, pero tampoco tengo una agenda de viajes tan impresionante. Estuve en Avignon un mes, y como paraba en una casa tenía la posibilidad de ir al mercado y comprar ese pan increíble, esos quesos, una fruta maravillosa, y el vino rosado. La excelencia en la materia prima es impresionante.

¿Hiciste gira por España, no?
Ah sí. Ahora que pienso, el lugar donde mejor comí en mi vida fue en San Sebastián. No me acuerdo de un sitio en especial, pero cada vez que nos sentábamos a comer no lo podíamos creer.

POSTRE
Cake de chocolate y jengibre.

¿Cuándo fue tu salto a la fama?
Cuando hice Zona de riesgo, tenía 23.

¿Cómo te convocaron?
Había hecho una obra de teatro en el San Martín, una versión de Hamlet que hizo Ricardo Bartís. Y Maestro y Vainman vieron la obra y me llamaron. Antes de eso no quería hacer tele. Era muy radical: solo teatro. Y en un momento dije: voy a probar.

De los personajes que hiciste ¿cuál fue el que más pegó?
Los de Locas de Amor pegaron mucho. También Vulnerables, la gente me lo menciona, me pide que “se vuelva a hacer un programa como ése”.

¿Tenés alguna cuenta pendiente como actriz?
En tele me gustaría hacer una comedia. En teatro cualquier cosa, me encanta.

¿Seguís prefiriendo el teatro, más allá de haberte sacado los prejuicios?
Es un lugar más del actor. En la tele está todo muy mediatizado, lo técnico toma un papel muy importante.

Se acerca a saludar el chef y continúa la charla acerca de la buena alimentación. Ella dice: “Me parece que lo bueno es que lo rico y lo sano vayan de la mano”.
Chef: Bueno, acá no vendemos gaseosas por ejemplo.
Yo los cumpleaños de mis hijas los hago sin gaseosas.

¿Y no te chillan?
Para nada. Hago limonada. Me enseñaron un concentrado: ponés a hervir un litro de jugo de limón y cuando hierve le tirás un kilo de azúcar y lo dejás un rato. Y eso te da como un jarabe, entonces no tenés que estar exprimiendo limones todo el tiempo, ponés un poquito de eso y el resto de agua.

¿Te gusta verte actuar?
Más o menos. Es algo que tengo que trabajar. El otro día llegué en You Tube a ver pedacitos de una peli que hice y pude verla, pero en general me sirve trabajar a ciegas. No sé bien por qué, pero si tomo demasiada conciencia de que me van a ver tantas personas algo me paraliza.

¿Qué es lo que más te gusta de cantar?
El fenómeno de la comunicación, de la interpretación, de tener un material que pasa por mí y conecta con la gente, amén del hecho mismo de cantar, que es algo muy placentero. Me da una cosa de libertad muy grande.

Agradecimiento
Natural Deli. Laprida 1672. Tel.: 4822-1228

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*UN PERFIL. Después de una reconocida carrera como actriz –que incluyó innumerables papeles en televisión (Culpables, Vulnerables, Locas de Amor), teatro (Ella en mi cabeza) y cine (Un oso rojo, El mismo amor, la misma lluvia)- Soledad Villamil está hoy al frente de un espectáculo musical que le ha valido, además del reconocimiento del público, un premio Gardel. La agenda de shows puede consultarse en http://www.soledadvillamil.com/, de donde obtuve la foto. Este año, además, podremos ver a Soledad en el nuevo film de Juan José Campanella El secreto de tus ojos, un policial en el que la actriz vuelve a compartir cartel con Ricardo Darín.

Fuente: http://veronicaocvirk.blogspot.com
Fecha de Publicacion: 06 de julio de 2009

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